El Sporting ganó por 2-1 al Leganés en El Molinón en partido de Liga correspondiente a la jornada número 8. Se repuso de un 0-1 adverso tras haber dispuesto en la primera parte de varias opciones claras para marcar que no fructificaron. El gol del triunfo, obra de Carlos Castro, llegó en el tiempo añadido.
El de la igualada lo había logrado Guerrero.
El Sporting volvió a ser un equipo con alma.
Asistencia: 15.287 espectadores en El Molinón.
Comenzó el Sporting aplicándose en ataque, con opciones ofensivas en la misma boca de gol. Tras un recorte de Guerrero, Pablo Pérez y Carmona no llegaron al remate por muy poco dentro del área. Era luego Nacho Cases, tras recibir al primer toque de Carmona, el que a punto estuvo de batir al guardameta visitante, que despejó con apuros en lo que se había convertido en un mano a mano tras la arrancada del gijonés. Dos ocasiones muy claras nada más iniciarse el partido.
El Sporting se mostraba claamente superior. Guerrero se marchaba por la izquierda, pero el portero enviaba a córner cuando ya le tenía superado. Cada vez que tenía espacios, el equipo gijonés desbordaba con peligro.
La defensa madrileña jugaba al límite del fuera de juego.
El Leganés trataba de llevar peligro en acciones a balón parado, en jugadas de estrategia en las que Fran Moreno era la referencia para rematar o prolongar.
Mantovani veía la amarilla en un codazo sobre Pablo Pérez.
Bernardo y Sergio volvían a poner a prueba al portero del Leganés.
En el 23, Velasco buscó el remate ante la portería rojiblanca. Su pase-chut a punto estuvo de llegarle a Borja Lázaro.
Un minuto después, una gran jugada de ataque rojiblanco, en el que hubo una participación de medio equipo no pudo culminarla Carmona.
El equipo gijonés armonizaba bien sus acciones ofensivas desde atrás. Sólo le faltaba la culminación final.
En el 32 Mantovani pudo llevarse la segunda amarilla, que le perdonó el colegiado.
El Sporting seguía dueño del balón, protagonista del mayor juego ofensivo que se generaba. Defensivamente seguía mostrando el lado solidario que se ha convertido en constante de la temporada.
No obstante, el Leganés no renunciaba al ataque.
Sin goles que reseñar en el marcador, los jugadores de ambos equipos tomaron el camino de los vestuarios.
La segunda parte se inició sin cambios por ambos lados y con una galopada de Jony que acabó en córner. Velasco también tendría su opción de remate tras un saque de falta.
Cumplido el minuto 50, la galopada cambió de banda y estuvo protagonizada de Lora. Su centro no encontró remate final.
El Sporting le ponía de nuevo su ritmo al partido. Elevaba la intensidad en busca de bascular su juego a las bandas.
Abelardo preparaba en el minuto 60 de partido el primer cambio. Carlos Castro entró por Pablo Pérez. Quería más remate el técnico rojiblanco, que cambió la disposición táctica a un 4-4-2.
Adelantaba su línea de presión el Leganés y el Sporting trataba de salir con el balón desde atrás.
Garitano preparaba también cambios. Diego Aguirre era el primer en entrar.
En el 68, Abelardo, a su vez, agotaba los relevos, al dar entrada a Santi Jara y Rachid por Carmona y Sergio, respectivamente.
El Sporting seguía merodeando la portería rival.
Velasco veía una tarjeta amarilla en una entrada por detrás a Rachid cuando ya se marchaba el rojiblanco. A continuación también era amonestado Diamanká.
En el 78, con el Sporting en busca de la portería contraria, Aguirre cazó un balón en la frontal del área rojiblanca tras una prolongación y logró marcar tras tocar el balón en un defensor gijonés. Apenas un minuto después, Guerrero logró el empate.
Tras recuperar el manchego el esférico en el área en un balón que trató de dar a Carlos Castro, desafió el poco espacio que tenía para poder marcar cruzado.
Eraso veía también una amarilla. Se cargaba de tarjetas el equipo madrileño. Algunos jugadores estaban al límite de ver la segunda por sus acciones defensivas.
Un centro desde la izquierda lo rozó de cabeza Carlos Castro sin poder rematar en la boca de gol.
Garitano hacía el último cambio, en el 86, con la entrada de Alberto. Buscaba aguantar ante la acometida sportinguista de los últimos minutos. Acosaba el Sporting.
Ya en el tiempo añadido, en un saque de banda desde la derecha, de esos que son magia rojiblanca en las manos de Luis Hernández, el balón acabó en Carlos Castro y el de Ujo, que es depredador de área a su edad todavía juvenil, logró el 2-1.
Tremendo el Sporting y su fútbol con alma.
El Molinón volvió a vibrar. Los tres puntos hacen justicia a lo visto sobre el terreno de juego.
Publicado por JP
Extraído de la página web del RSG